La eficiencia energética comercial e industrial en el Perú es menos atractiva con bajos costos de electricidad

Hugo De La Cruz
Especialista en proyectos de eficiencia energética y energía renovables


En las últimas décadas, cada vez son más las empresas que toman consciencia de que el cambio climático es un problema que nos afecta a todos. Es por ello que muchas empresas han decidido desarrollar diversas estrategias para su mitigación. Este comportamiento es loable ante sus espectadores, ya que demuestran responsabilidad con la sociedad, que también se encuentra afectada por este problema.

Una de las acciones que generalmente se evalúa para mitigar este problema es la eficiencia energética, ya que esta tiene como finalidad consumir la mínima cantidad necesaria de energía generando un consumo eficiente de la misma. Esto genera, a su vez, que las emisiones que aportan a la aceleración del cambio climático se vean reducidas.

La implementación de proyectos de eficiencia energética depende de variables técnico-económicas. Entre las propuestas más comunes se encuentran: optimización de sistemas de iluminación, análisis de combustión, evaluación de fugas eléctricas, entre otros.

Una vez determinada la viabilidad técnica de algún proyecto, se determina la viabilidad económica, y es en este paso donde los resultados no convencen a las empresas debido a los altos periodos de retorno de inversión. Por ello es que se suelen decantar por otras opciones.

La evaluación económica de los proyectos de eficiencia energética tiene como variables principales los costos de tecnologías y los costos de energía en la región. Sobre los precios de las tecnologías, son valores que dependen generalmente del mercado externo y del nivel de producción de estos en los países respectivos. Sobre el precio de energía, este se encuentra regido por las políticas internas de la región donde se consume.

De acuerdo al tipo de energía, se identifican dos que son generalmente utilizadas en las empresas: la energía eléctrica y la energía térmica. La primera de ellas se distribuye mediante el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) y la segunda se distribuye en el formato de combustibles líquidos y gaseosos. En esta nota se aborda la energía eléctrica.

Según Osinergmin, el Perú posee el 4to precio más bajo de energía eléctrica en el sector industrial y el 5to precio más bajo en el sector comercial a nivel de Latinoamérica. Estos bajos niveles de precio hacen que hoy en día en el Perú los retornos de inversión resulten poco alentadores para las empresas industriales y comerciales que deseen implementar proyectos de eficiencia energética.

En el país, los usuarios de energía eléctrica pagan por este recurso de acuerdo a su categoría (o tipo de cliente), donde existen: los clientes regulados y los clientes libres. Los primeros son clientes que tienen una potencia instalada menor a 2.5 MW y cuyo precio de energía depende del marco legal vigente para el sector electricidad (donde se especifican tarifas para 3 actividades: Generación, Transmisión y Distribución).

Los clientes libres son usuarios cuya potencia instalada iguala o supera los 2.5 MW¹. El valor del precio de la energía que utilizan depende del contexto del sector de generación de energía nacional, así como variables macroeconómicas. Los precios de energía para clientes libres generalmente están por debajo de los precios de clientes regulados. En el caso peruano, estos precios se encuentran con valores muy bajos debido, entre otras razones, a la sobreoferta de energía que poseemos en el territorio nacional.

No es prudente pensar que se deban incrementar los precios de energía eléctrica del sector industrial para motivar la implementación de proyectos de eficiencia energética, dado que se verían afectados los costos operativos de las empresas industriales. Sin embargo, se podrían desarrollar sistemas que motiven a los clientes industriales implementar este tipo de proyectos, por ejemplo, con subsidios parciales por parte del Estado, impuestos al consumo ineficiente de energía eléctrica, masificación de ESCOS², entre otros.

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¹Cabe indicar que un cliente regulado tiene la opción de convertirse en cliente libre cuando su potencia instalada se encuentra entre 0.2 a 2.5 MW.
²Empresas de Servicios de Energía. El modelo de negocio de estas empresas se centra en eliminar la barrera de inversión inicial que implican los proyectos de eficiencia energética, financiando estos con el ahorro generado tras su implementación.