Daños al medioambiente y la salud de los seres vivos se asocian a los microplásticos

01

Jul

Daños al medioambiente y la salud de los seres vivos se asocian a los microplásticos.



La presencia de microplásticos en los ecosistemas representan un peligro no solo para la flora y fauna, sino también para los humanos, quienes hasta podrían estar ‘respirando’ estas partículas sin las mínimas sospechas.

Al cambio climático, la problemática medioambiental también se encuentra a niveles microscópicos e ‘invisibles’ para el ojo humano. Diversos especialistas han venido desarrollando investigaciones al respecto, dejando, en algunos casos, claras implicaciones y, por otro, dando lugar a continuar con los estudios.

En el portal Scientific America, Andrea Thompson hace un recuento de algunas de las investigaciones que demuestran el impacto en el medioambiente y, no menos sorprendente, en la salud de los seres vivos.

Daños de nivel orgánico y funcional

Uno de los primeros ensayos lo realizó el científico Mark Browne en el 2008, en el cual revelaba la presencia de microplásticos en el torrente sanguíneo de un mejillón azul observada mediante un microscopio.

Tal hallazgo era una prueba de que las partículas ingeridas por esta especie se trasvasan del sistema digestivo al sanguíneo. Esto representa un serio peligro tanto a niveles físicos como químicos, ya que se encontró que los microplásticos causan inflamación en los órganos cuando rozan y golpean las paredes internas de los mismos.

Especialistas han confirmado que en animales como peces, lombrices de tierra y otras más, se registran este tipo de daños que en el sistema sanguíneo, incluso, pueden ser más peligrosos.

Para este último caso vale recordar que los polímeros que componen el plástico, además de poseer sustancias químicas propias, pueden absorber otros elementos tóxicos del entorno donde se encuentran. Lo que sucede a continuación es potencialmente grave, ya que se sabe que hasta pesticidas pueden tener contacto directo con el tejido orgánico.

Esta sustancia afecta seriamente el sistema inmunológico, obstaculiza los procesos de crecimiento y reproducción, además de que genera daño hepático. Asimismo, otros compuestos presentes en los polímeros como el bisfenol A (BPA) alteran la función hormonal.

Estragos en la salud humana

La ubicuidad de los microplásticos es una de las barreras para su tratamiento, con el fin de evitar que lleguen a perjudicar al medioambiente y los seres vivos. Está comprobada su presencia en los océanos, donde se estima que existen unas 15 billones de toneladas de partículas.

Por otro lado, su cantidad en lagos y suelos afecta también a diversas actividades como la agricultura y la cadena alimenticia de animales terrestres. Pero no es todo. Como señaló Browne, los estudios indican que recién "comenzamos a darnos cuenta de que estamos en la punta del iceberg con el problema".

Existe evidencia de que la medida de una partícula de microplástico oscila entre cinco milímetros (un grano de arroz) y tamaños de niveles microscópicos, los cuales permiten que el plancton, microorganismo que es base alimenticia de las especies marinas, lo pueda ingerir como parte de su alimento.

Dado su tamaño, es obvio también su peso mínimo que hace posible que sea transportado por las corrientes de aire, llevando a la partícula a cubrir distancias continentales como de Europa al Ártico, tal como menciona en su artículo Thompson.

Esta ingravidez puede traer consecuencias a la salud humana porque desde el cielo ‘lloverían’ partículas de microplástico, las cuales podrían a la vez estar siendo inhaladas por las personas, provocando daños pulmonares dado que se alojan dentro de estas cavidades. Enfermedades como el cáncer están relacionadas a estas circunstancias.

Los estudios prosiguen con el propósito de esclarecer la magnitud del impacto de los microplásticos. Especialistas como Stephanie Wright, del King's College de Londres, vienen investigando para esclarecer la peligrosidad de estas partículas en la salud pulmonar de las personas, por ejemplo.

Matthias Rillig, de la Universidad Libre de Berlín, ha analizado la influencia de los microplásticos en los ciclos nutrientes del suelo, aproximándose a la afectación que recibe la agricultura y, por ende, la seguridad alimentaria.

Finalmente, Andrea Thompson detalla también que análisis científicos han reportado lo que sería un riesgo los envases de plástico que contienen bebidas y comestibles en relación al tema. Lo cierto es que la ciencia deberá avanzar, con el propósito de frenar los perjuicios al planeta y sus habitantes.